domingo, 2 de abril de 2017

2 de abril...

«En este Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, ayudemos todos a cambiar las actitudes hacia las personas con autismo y a reconocer sus derechos como ciudadanos, que, igual que todos los demás, tienen derecho a reivindicar esos derechos y a tomar decisiones sobre su vida de acuerdo con sus propios deseos y preferencias».
Mensaje del Secretario General, António Guterres
con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, 2 de abril de 2017

viernes, 17 de febrero de 2017

El aumento inusual del volumen cerebral durante el primer año de vida, puede predecir el autismo.

La revista Nature ha publicado en el mes de febrero de 2017,  un estudio llevado a cabo por científicos de EEUU y Canadá, liderado por la psiquiatra Heather Hazlett.

A partir del análisis de neuroimágenes obtenidas de niños con un hermano ya diagnosticado con autismo, lo que los convierte en población de alto riesgo de desarrollar también el síndrome, y comparándolas con otros sin historial familiar de autismo, han comparado el crecimiento cerebral global entre los 6 y 24 meses de edad y han observado un mayor crecimiento de la superficie del área cortical del cerebro de los niños que posteriormente fueron diagnosticados con autismo con respecto a los que no. La universidad de Carolina del Norte ya ha elaborado un software capaz de predecir con exactitud cuáles de los niños estudiados iban a ser diagnosticados con autismo a los 24 meses.

Este estudio ha sido realizado con una muestra de 148 niños en total, por lo que es necesario que se replique para establecer conclusiones más amplias y si este hecho está relacionado directamente con el TEA o es compartido con otras enfermedades neurológicas.

De existir una relación directa, sería una herramienta importante para su detección precoz y como consecuencia, para una intervención más temprana. Cuanto antes se intervenga en estos casos, mejor es el pronóstico del paciente, lo que redunda en un beneficio para el mismo, para su familia y también para la administración pública, ya que a la larga, una buena intervención temprana hace que el paciente sea menos dependiente y genere menos gastos familiares y para la administración.

Los gastos que estos estudios suponen deberían servir a las diferentes administraciones públicas para que si no es por empatía y por humanidad, al menos tengan en cuenta el impacto económico que el TEA supone en la economía y que se invierta más y mejor en un problema que tiene un índice de incidencia en la población mayor que el cáncer de mama y el cáncer de próstata, sin menospreciar estas enfermedades.

Escrito por Jesús López, fuente: Nature número 542, páginas 248-351.


jueves, 2 de febrero de 2017

La prevalencia del TEA, a debate.

Los TEA son un grupo de alteraciones del neurodesarrollo que se caracterizan por la presencia de dificultades tempranas en la comunicación social, intereses restringidos y comportamientos repetitivos. Se estima que 1 de cada 68 niños lo padece en Estados Unidos (Baio, 2014), con una prevalencia mundial estimada del 1-2% (Kim et al., 2011; Hsu, Chiang, Lin & Lin, 2012; Idring et al., 2012; Blumberg et al., 2013; Russell, Rodgers, Ukoumunne & Ford, 2014; Saemundsen, Magnússon, Georgsdóttir, Egilsson & Rafnsson, 2013).

En Méjico, la prevalencia es de 1 cada 115 niños escolarizados (Fombonne et al. 2016),  mientras que en una encuesta a padres indica que 1: 45 chicos de 3 a 17 años presentan TEA en Estados Unidos, si bien son discutidas las preguntas realizadas por la encuesta. Aunque parezca contradictorio e indique un aumento abrupto de la prevalencia, los datos del estudio del Christensen (2016) indican que la tasa de 1 en 68 niños se mantuvo, que también ha habido un aumento en la clasificación de desórdenes del TEA y un decrecimiento en la cantidad de clasificados como discapacitados intelectuales (Polyak, Kubina & Girirajan, 2015). En un estudio hecho en Dinamarca (Hansen, Schendel & Parner, 2015), hasta el 60% de la prevalencia puede ser producto de la categorización y clasificación del TEA y no de la prevalencia estadística específicamente.

En España, se estimaba una prevalencia que oscila entre 1 de cada 160 - 150 nacidos, dependiendo de la zona geográfica, si embargo, el ministerio de Sanidad, anunció el 6 de noviembre de 2015 que la prevalencia era de 1 por cada 100 nacidos.

Diagnosticar un TEA es tarea de un especialista o grupo de especialistas. Los test se están haciendo muy populares y son manejados a la ligera, incluso por las instituciones, sin tener en cuenta que para interpretarlos hace falta formación cualificada.
Estamos esperando la contestación del Gobierno Canario para comenzar nuestra actividad.

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